Pubertad
Consiste una serie de eventos predecibles que implican una secuencia de cambios biológicos (características sexuales secundarias).
Consiste una serie de eventos predecibles que implican una secuencia de cambios biológicos (características sexuales secundarias).
Proceso que involucra el
periodo de tiempo necesario para el desarrollo de caracteres sexuales
secundarios.
Los siguientes eventos son considerados determinantes del inicio puberal:
Desarrollo puberal normal
El eje
Hipotálamo-hipófisis-gonadal, empieza a funcionar durante la vida feta,
permanece activo las primeras semanas siguientes al nacimiento, entra a un
periodo de inactividad como consecuencia del aumento de la autorregulación
negativa de los estrógenos. El eje, vuelve a activarse durante la pubertad y
desencadena la producción de GnRH.
A los 6-8 años de edad tiene
lugar la Adrenarquia, el aumento de producción de andrógenos en las
suprarrenales.
El proceso de maduración
sexual secundaria dura unos 4 años.
Es una secuencia que inicia
con la aceleración del crecimiento, el desarrollo de las mamas (telarquia), el
desarrollo del vello pubiano (pubarquia), la menarquia y la menstruación. Es
más fácil de detectar como acontecimiento inicial la aparición de los brotes
mamarios.
La documentación de estos
eventos está referida a la publicada por Marshall y Tanner (estadios de
Tanner), en la que se encuentran sistematizados los cambios mamarios, genitales
y de vello pubiano, divididos en cinco categorías.
Existe una estrecha relación
entre el contenido de grasa corporal y el inicio de la pubertad. La obesidad de
leve a moderada se asocia a una menarquia más temprana, aunque la obesidad
patológica se asocia a menarquia tardía. La edad de comienzo puberal está
influenciada por factores ambientales, étnicos, ubicación geográfica y estado
nutricional.
Los siguientes eventos son
considerados determinantes del inicio puberal:
*Aparición del ritmo diurno
de LH, FSH y testosterona alrededor de los 5-6 años de edad es decir que la
preparación para el comienzo puberal en las niñas puede tener lugar a los 5-6
años.
*Pico de concentración de
SHBG (glicoproteína transportadora de Dehidrotestosterona y estradiol.
*Incremento en la producción
de esteroides andrógenos:
*Incremento de la
concentración de estrógenos endógenos (estradiol, estroma, estriol).
*La adquisición de un peso
corporal crítico.
*La leptina ha sido propuesta
como hormona responsable del inicio y progresión puberal su síntesis tiene
lugar en el tejido adiposo blanco, placenta y grasa parda.
Tiene un papel importante en:
El control de depósitos de
grasa corporal.
El control del rango
metabólico.
La regulación del SNA
El balance genético corporal-
*La disponibilidad de
glucosa.
Actúa como señal metabólica
para la regulación de secreción de LH
*Relación directa con la GH.
*Inhibinas A y B, activina A
y Folistatina.
Ambas inhibinas se relacionan
positivamente con la FSH.
Es importante recalcar que el
pico de crecimiento puberal es un evento temprano en niñas, pero más tardío en
varios (11-12 frente a 13-14 respectivamente. Aunque la edad de velocidad de
talla y de detención del pico puberal está bien determinada, la edad de inicio
del pico puberal esta menos clara, debido a las características individuales de
cada pico puberal.
Cambios físicos o desarrollo de caracteres sexuales secundarios.
Fueron descritos por un
método objetivo desarrollado por Tanner.
El desarrollo de la mama está
controlado por los estrógenos producidos a nivel ovárico, mientras que el
desarrollo del vello pubiano y axilar está bajo influencia de los andrógenos
adrenales.
Inicialmente el desarrollo
puede ser unilateral. Por otro lado, los cambios en el diámetro de la papila o
de la areola entran ligados a los estadios de desarrollo mamario.
El desarrollo papilar no
incrementa demasiado durante el estadio de desarrollo mamario 1-3. (Diámetro
3-4 mm). En cambio hay un incremento notable a partir del estadio 3. En este el
diámetro final alcanza aproximadamente 9 mm.
Otros cambios físicos
puberales en la adolescencia experimentan varios tipos de maduración,
incluyendo no solo la biológica, sino también cognitiva y psicosocial.
La masa magra corporal, masa
ósea y grasa corporal son iguales en la etapa prepuberal en niños y niñas. El
incremento en la masa magra comienza a los 6 años en niñas y a las 9,5 en
niños. Ya hacia la adultez, las mujeres tienen por lo menos el doble de grasa
corporal que los varones.
Maduración Ovárica:
A nivel del desarrollo
ovárico, la mayoría de los folículos van a la atresia antes del desarrollo
puberal, en cambio unos pocos desarrollan durante la niñez. Por lo tanto, la
presencia de más de 6 folículos es indicativo de pulsatilidad en la secreción gonadotrófica.
Desarrollo óseo.
Está determinado por los
valores de calcio. Al final de la pubertad los varones tienen casi un 50% más
de calcio corporal total que las mujeres. La velocidad en el diámetro óseo, en
el contenido mineral y en la densidad ósea ocurren más temprano en niñas (12
meses antes y/o después de la menarquia). Un dato importante es que el tiempo
crítico para la mineralización ósea ocurre alrededor de los 2 años de obtener
el contenido mineral óseo.
Cambios en el eje neuroendócrino:
La frecuencia de liberación
episódica de GnRH varía con el desarrollo, el sexo y el estadio del ciclo,
mostrando un ritmo intrínseco que podría ser responsable de esta liberación
coordinada y pulsátil a partir del hipotálamo.
La GnRH actúa por medio de la
unión de receptores de superficie específicos de las células gonadotropas. Los
estrógenos aumentan y los andrógenos disminuyen los receptores para las células
gonadotropas.
La concentración sérica y la
amplitud de pulso de LH aumentan tempranamente desde el estadio puberal hacia
el comienzo de la pubertad. Sin embargo, las concentraciones de FSH y la
amplitud de pulso de FSH son significativamente mayores que LH durante el
período prepuberal. La FSH por esto, puede jugar un importante rol en el inicio
puberal.
Las producciones de GH están
directamente relacionada con la concentración sérica de estradiol. Así, se
produce un incremento en el doble de amplitud en los pulsos de GH, en el lapso
que medio el estadio peripuberal y el inicio de los ciclos.
ANOMALIAS DEL DESARROLLO PUBERAL
Comprenden la pubertad
precoz, la amenorrea, el retraso de la maduración y la maduración sexual
incompleta.
La evaluación inicial de ser por la cuantificación de las
gonadotropinas hipofisarias (FSH, LH), para distinguir una etiología hipotalamo-hipofisiaria
de una gonadal.
PUBERTAD PRECOZ:
Es la aparición de las
características sexuales secundarias antes de los 6 años en las niñas. Causada
por una producción de hormonas sexuales dependiente o independiente de GnRH.
La dependiente de GnRH o
verdadera (central) como consecuencia de la activación prematura del eje
hipotálamo-hipófisis-gonadal. Las causas más frecuentes son idiopáticas, otras
causas son infección, inflamación o la lesión del SNC.
En la idiopática, el núcleo
arqueado del hipotálamo se activa de manera prematura. Las concentraciones
elevadas de estrógenos afectan a los huesos, que traduce baja estatura en la
edad adulta, consecuencia del cierre
prematuro de los cartílagos del crecimiento.
De vez en cuando, se traduce
en neoplasias del tallo hipotalamo-hipofisiario, aquí, el desarrollo sexual es
prematuro, y más lento de lo normal.
La producción de hormonas
sexuales independiente de GnRH, o seudopubertad precoz (periférica) es
resultado de la producción de hormonas sexuales independiente de la
estimulación hipotalamo-hipofisiaria. Puede ser causada por tumores o quistes
ováricos, el síndrome de McCune-Albright, tumores suprarrenales o causas
yatrogenas.
En la causada por tumores, la
exploración física revela un bulto palpable en la pelvis.
El síndrome de
McCune-Albright (Displasia fibrosa poliostotica) se caracteriza por múltiples
fracturas óseas, manchas de color café con leche y pubertad precoz. La menarquia
prematura puede ser el primer signo. Es causado por un defecto en la regulación
celular con una mutación en la subunidad alfa de la proteína G que estimula la
formación de AMPc, que hace que los tejidos afectados tienen de manera
autónoma. Esta mutación hace que el ovario fabrique estrógenos sin necesidad de
FSH.
Las causas suprarrenales de
comprenden tumores suprarrenales o defectos de secreción de enzimas, como la
hiperplasia suprarrenal congénita (HSC). La forma más frecuente de HSC, el
déficit de 21-hidroxilasa, aparece al nacer con la observación de unos
genitales ambiguos. La carencia de 21-hidroxilasa lleva a la producción de
andrógenos en lugar de aldosterona y cortisol en la biosíntesis del colesterol,
que traduce una menarquia precoz. Un signo patognomónico de la carencia de
21-hidroxilasa es la elevación de la concentración de 17-hidroxi-progesterona.
Los principales objetivos del
tratamiento de la pubertad precoz son detener y reducir la maduración sexual
hasta una edad puberal normal, además de aumentar al máximo la estatura en la
edad adulto.
En la dependiente de GnRH el
tratamiento implica la administración de un agonista de GnRH. en la
independiente el tratamiento es intentar inhibir la esteroidogenesis gonadal.
RETRASO DE LA PUBERTAD.
Cuando las características
sexuales secundarias no han aparecido a los 13 años, no hay indicios de
menarquia a los 15-16 años o cuando la menstruación no ha empezado 5 años
después del inicio de la telarquia.
Causas:
Hipogonadismo
Hipergonadotrofico.
Causa más frecuente de
retraso de la pubertad con elevación de la FSH en la disgenesia gonadal, o
síndrome de Turner.
Aquí hay una anomalía o
ausencia de uno de los cromosomas X en todas las estirpes celulares. Los
pacientes tienen gónadas acintadas, ausencia de folículos ováricos (por lo
tanto no se producen esteroides sexuales en la pubertad). Presentan amenorrea
primaria, baja estatura, cuello alado, tórax en escudo con los pezones muy
separados, paladar ojival y antebrazo hacia afuera.
Son necesarios estrógenos
para estimular el desarrollo de las mamas, la maduración del aparato genital y
el inicio de la menstruación. Se utilizan dosis bajas de estrógenos que se
aumentan en cuanto aparecen los brotes
mamarios y la menarquia. Si se inicia con dosis altas de estrógenos podría
iniciarse el cierre de los cartílagos de crecimiento.
Hipogonadismo Hipogonadotrofico.
Hay una disfunción del núcleo
arqueado que interrumpe el breve bucle hormonal entre el hipotálamo y la
hipófisis. Por esto no se produce secreción de FSH ni LH. Por consiguiente los
ovarios no están estimulados para producir estradiol y la maduración sexual
secundaria se retrasa. La causa más frecuente es el retraso general
(fisiológico). Otras causas son el síndrome de Kallman, la anorexia, el
ejercicio o el estrés, los tumores/trastornos hipofisarios, hiperprolactinemia
y el consumo de drogas.
El retraso general abarca el
20% de todos los casos de retraso de la pubertad.
En el síndrome de Kallman,
las cintillas olfativas presentan hipoplasia y el núcleo arqueado no segrega
GnRH. las pacientes tienen poco o ningún sentido del olfato y no tienen
desarrolladas las mamas. La maduración sexual secundaria puede estimularse
mediante la administración de hormonas exógenas o la administración de GnRH
pulsátil.
Otras causas de amenorrea
hipotalámica comprenden la pérdida de peso, el ejercicio agotador, la anorexia
nerviosa o la bulimia. Todas estas se traducen en una concentración inhibida de
gonadotropinas con concentraciones bajas
de estrógenos.
El craneofaringioma es el
tumor más frecuente asociado a retraso de la pubertad. Se origina de la bolsa
de Rathke, aparece en el tallo hipofisario y se extiende por encima de la silla
turca. Su característica radiológica es la aparición de un quiste calcificado
en la silla turca o por encima de ella.
Causas anatómicas.
La agenesia de Müller, o
síndrome de Mayer-Rakitansky-Küster-Hauser es la causa más frecuente de
amenorrea primaria en las mujeres con desarrollo normal de mamas.
En él hay ausencia congénita
de la vagina y normalmente ausencia del útero y trompas uterinas. La función
ovárica es normal, pues los ovarios no tienen su origen en las estructuras
paramesonefricas, por lo tanto todas las características sexuales secundarias
de la pubertad aparecen en el momento apropiado.
La anomalía más simple del
aparato genital es la imperforación del himen. La canalización de la placa
genital es incompleta y por lo tanto, el himen está cerrado. La menarquia se
produce en el momento apropiado, pero como hay una obstrucción de la menstruación,
no se hace evidente. El síntoma inicial de esta afección es el dolor en la zona
del útero y un orificio vaginal abultado y azulado. El tratamiento es la
himenotomia.
La obstrucción puede estar
también asociada a una mayor incidencia de endometriosis.
Climaterio
Conceptos
Climaterio:
Proceso natural de la mujer que marca la transición del estado reproductor al
no reproductor.
Menopausia: Cese
permanente de las menstruaciones que resulta de la pérdida de la actividad
folicular, aparece alrededor de los 50 años y se reconoce tras amenorrea de 12
meses consecutivos
Perimenopausia:
Significa literalmente sobre o alrededor de la menopausia, y empieza al mismo
tiempo de la transición a la menopausia y termina un año después del último periodo
menstrual.
Premenopausia: Periodo
qe abarca desde el nacimiento hasta antes de presentarse la perimenopausia.
Posmenopausia
Periodo que inicia a partir de un año de la ausencia de menstruación y termina
hasta el fin de la vida.
Síndrome
climatérico: Conjunto de signos y síntomas que se presentan en la
Perimenopausia, dentro de los cuales destacan inestabilidad vasomotora
alteraciones del sueño atrofia genital osteoporosis y alteraciones
psicológicas.
Menopausia
precoz: Menopausia antes de los 40 años de edad.
Menopausia tardía:
Posterior a los 55 años de edad.
Historia
El climaterio es
una proceso natural de la mujer que puede presentar diversos síntomas y ha
estado presente desde el principio de los tiempos. No fue hasta 1920 que se
logro la síntesis química de los estrógenos, pero no fue hasta 1935 que Mazer e
Israel comunicaron por primera vez un tratamiento satisfactorio para combatir
efectivamente los síntomas vasomotores de la menopausia. Albrigt y
colaboradores documentaron por primera vez su efecto beneficioso en la
osteoporosis. Davies describió la mejoría de la vaginitis atrófica en mujeres
menopaúsicas que usaba terapia hormonal con estrógenos.
Causas de menopausia
Es indudable que
el ovario es el factor primario de la menopausia. La desaparición de las
unidades foliculares que responden a gonadotropina reduce los niveles de
estrógeno y por tanto interrumpen la menstruación, y por consiguiente se genera
la menopausia. Naturalmente la menopausia se dará en promedio a los 51.4 años con
una desviación estándar de 3.8 independientemente de la raza nivel
socioeconómico y numero de embarazos. Actualmente los únicos factores
comprobados que causan aceleración del agotamiento folicular son el tabaquismo,
la radiación ionizante algunas formas de quimioterapia y la ooforectomía bilateral.
Cambios en el eje hipotálamo-hipófisis-ovario
La transición
entre ciclos ovulatorios y menopausia suele comenzar a finales de los 40 años y
al principio de la transición menopáusica. La concentración de FSH se eleva en forma
ligera y provoca una mayor respuesta folicular ovárica con estrógenos más
elevados. La concentración sérica de estrógenos se eleva gracias al mayor
número de folículos en el grupo estimulado que responde a la mayor
concentración de FSH.
Asimismo, durante esta fase, los folículos ováricos
sufren atresia a mayor velocidad y al fi nal de la transición menopáusica se
han agotado las existencias de folículos. Estos cambios, incluida la elevación
de la FSH, reflejan la reducción en la calidad y potencial de los folículos
viejos para secretar inhibina. Conforme la reducción folicular continúa,
aumenta la frecuencia de episodios anovulatorios. Con la insuficiencia ovárica
de la, cesa la liberación de esteroides ováricos y se abre el asa de retroalimentación
negativa. A continuación se libera GnRH con una frecuencia y amplitud máximas.
El resultado es la elevación de FSH y LH circulante hasta cuatro veces más que
en la vida fértil.
FENOMENOLOGÍA
Ovario, disminuido de tamaño, tiene un aspecto cerebroíde, rugosa, de su
superficie, histológicamente destaca la ausencia de folículos. La trompa se
atrofia en su conjunto, destacando la atrofia del endosalpinx, tanto de las
células secretoras como de las ciliadas.
El útero, también disminuido de tamaño, ha perdido su turgencia y
elasticidad, ya que su pared muscular está altamente infiltrada de tejido
conectivo, lo que le proporciona una consistencia fibrosa.
El endometrio, atrófico, acusa la
falta de estimulación secuencial estrógenos-progesterona. El fenómeno atrófico
en la vagina determina una disminución en la intensidad de la descamación
celular, constituida fundamentalmente por células de las capas más profundas.
El número de capas de revestimiento epitelial de la vagina esta disminuido y,
asimismo, esta atenuado el relieve de las «columnas rugarum».
Todo ello hace que la vagina sea más susceptible a la incidencia de
infecciones; por otra parte, la pérdida de elasticidad propicia la aparición de
molestias dolorosas en las relaciones sexuales (dispareunia). El frotis
citológico es muy característico, siendo espectacularmente demostrativo del
fenó meno atrófico.
Atrofia es también muy evidente en los genitales externos. De forma
lentamente progresiva se atrofian los labios menores, al mismo tiempo que los
rodetes cutáneos que constituyen los labios mayores pierden tersura y relieve,
lo que conlleva, después de una evolución dilatada en el tiempo, la
transformación de las estructuras vulvares en una simple hendidura.
En la mama, también los aspectos regresivos son evidentes. El componente
adiposo de la mama aumenta y los ligamentos de Cooper se atresia. El parénquima
glandular, muy disminuido, esta además funcionalmente atrófico, existiendo un
fuerte componente conectivo. La mama tiende a caer haciéndose péndula.
Los esteroides ováricos, ejercen también un estímulo tráfico sobre el
epitelio vesical, sobre todo en la zona del trígono. La de-privación
estrogénica se traduce en una atrofia de este epitelio, que
Ovario en menopausia
La senectud
ovárica es un proceso que en realidad comienza dentro del útero en el ovario
embrionario por atresia programada de ovocitos. A partir del nacimiento, se
activan, en forma continua, folículos primordiales que maduran de manera
parcial y luego sufren regresión. Esta activación folicular continúa en un
patrón constante que es independiente del estímulo hipofisario. A finales de los 30 y principios de los 40
años de edad, comienza una disminución más rápida de los folículos ováricos,
que continúa hasta el punto en el que el ovario menopáusico casi carece de
folículos. La mujer promedio tiene alrededor de 400 eventos ovulatorios durante
su vida reproductiva.
Esta cifra
representa un pequeño porcentaje de los seis a siete millones de ovocitos que
existen a las 20 semanas de la gestación, o incluso de los 700 000 ovocitos que
existen al nacimiento. El evento principal que provoca la pérdida final de
actividad ovárica y la menopausia es la atresia del grupo no dominante de
folículos, que en gran parte es independiente del ciclo menstrual.
Síndrome menopaúsico
En muchos casos
una cantidad enorme de signos y síntomas son atribuidos a la menopausia de
forma incorrecta, ya que la mayoría forma parte natural del envejecimiento
celular que no se relaciona con la disfunción ovárica.
Una forma
sencilla de saber cuáles si y cuales, obviamente además del dominio del tema es
si los signos y síntomas desaparecen después de la administración de terapia de
sustitución hormonal.
Los signos y
síntomas definitivamente relacionados con la menopausia son la atrofia
genitourinaria, inestabilidad vasomotora y osteoporosis. Hay diferentes
condiciones que se relacionan ya que su incidencia aumenta secundaria a la
menopausia como lo son enfermedad cardiovascular ateroesclerótica y síntomas
psicosociales como insomnio, fatiga y depresión
Patología del climaterio
La pérdida de la
función ovárica tiene una serie de repercusiones derivadas de la acción
sistémica de los estrógenos. Algunas de ellas se integran en el complejo
sintomático de la mujer climatérica, mientras que otras se encuadran en
patologías crónicas que pueden verse modificadas por la caída hormonal. La
osteoporosis tipo I o posmenopáusica, sería el principal integrante de las
últimas, siendo menos evidente la enfermedad cardiovascular o la disfunción
cognitiva.
Clínica del climaterio
La regresión de
la función ovárica está en la base de la clínica climatérica. Esteroides y
péptidos constituyen el conjunto de la actividad endocrina del ovario. El
climaterio es dividido en tres periodos de límites relativamente difusos, la premenopausia, la perimenopausia y la posmenopausia.
La premenopausia es todo aquel periodo previo a la menopausia y por tanto se
iniciaría en el nacimiento. Ya hay cambios endócrinos más o menos definidos.
Concretamente se define la extensión de tiempo en que se detecta un ciclo más
corto, aunque aún regular, y que se acompaña de un ascenso monotrópico de FSH a
principios de ciclo. Hay evidencia de que se deba al deterioro en la producción
de inhibina B por parte del aparato folicular que todavía queda en el ovario. La
perimenopausia define un paso más adelante, donde hay ya alteración en el
patrón del ciclo, como consecuencia de una presencia de ciclos anovulatorios.
Midiendo la concentración de hormona en sangre y líquido folicular, permiten
confirmar que no hay deterioro en esta función. Sin embargo, por defectos a
nivel del feed-back positivo o por
aparición de ciclos donde la cohorte folicular por la razón que fuere presenta
desarrollo defectuoso, hay incremento en la tasa de sangrados más o menos
profusos. El ascenso FSH es ya más persistente, extendiéndose más claramente a
lo largo del ciclo y coexiste con una producción estrogénica normal o en
algunos casos, altos. Valoraciones sobre ovarios procedentes de mujeres
perimenopaúsicas regulares, el número de folículos presentes en el ovario era
diez veces superior a lo encontrado en perimenopaúsicas con irregularidad y
anovulación. Esta relación confirma claramente que el tamaño de la masa
folicular es un determinante del comportamiento del eje hipotálamo-hipofiso-ovárico.
En la posmenopausia hay ya cese de función menstrual, lo que coincide con una
reducción muy significativa en la dotación folicular que queda en la gónada. En
los primeros meses tras la menopausia es posible encontrar aún folículos
capaces de secretar estrógenos, aunque no de ovular. Folículos primordiales,
por otro lado, han sido descrito incluso tras 10 años de la menopausia.
La capacidad de producción hormonal a partir de folículos se agota casi por completo en los primeros meses, y aunque hay algunas fluctuaciones hormonales descritas incluso años tras la menopausia, no se asocian con episodios de sangrado. Estroma y medula ováricos también poseen capacidad esteroidogénica, aunque la cantidad es muy inferior a la de la estructura folicular. La producción del estroma está masivamente desplazada hacia los andrógenos con escasa producción de progesterona o estrógenos. La actividad del estroma es insuficiente para mantener el trofismo y desarrollo de los distintos órganos diana de los esteroides sexuales, aunque el ovario posmenopáusico es aún una estructura endocrinológicamente activa.
La capacidad de producción hormonal a partir de folículos se agota casi por completo en los primeros meses, y aunque hay algunas fluctuaciones hormonales descritas incluso años tras la menopausia, no se asocian con episodios de sangrado. Estroma y medula ováricos también poseen capacidad esteroidogénica, aunque la cantidad es muy inferior a la de la estructura folicular. La producción del estroma está masivamente desplazada hacia los andrógenos con escasa producción de progesterona o estrógenos. La actividad del estroma es insuficiente para mantener el trofismo y desarrollo de los distintos órganos diana de los esteroides sexuales, aunque el ovario posmenopáusico es aún una estructura endocrinológicamente activa.
En resumen, el
estatus endocrino del ovario tras la menopausia queda reducido a una producción
esteroidea residual por los restos del aparato folicular presente y por el compartimento
estroma/medula, lo que va desapareciendo en su totalidad en pocos años. La
eliminación de folículos supone la pérdida de la producción de estradiol (E2) y
progesterona, pero también de la mayor parte de A ovárica. Puesto que el
estroma continúa produciendo andrógenos, existe una elevación en la ratio
andrógenos/estrógenos de la producción ovárica, lo que puede justificar el
desarrollo de hirsurtismo, que se observa en algunas mujeres posmenopáusicas.
Síntomas vasomotores (sofocos)
Constituyen el
verdadero paradigma de la sintomatología del fallo ovárico. Presentan una
relación temporal tan evidente con la transición menopáusica, que es el
marcador clínico por excelencia. Se describe como una oleada de calor, que se
extiende por el torso hacia la cara, se acompaña con frecuencia de
enrojecimiento cutáneo y transpiración. Puede aparecer una sensación de
escalofrío y se asienta sobre la realidad de aumentos objetivos de temperatura
en la piel como consecuencia de la vasodilatación confirmada con pletismografía.
Requieren impregnación previa con
estrógenos
El sofoco
constituye una disfunción que asienta en el SNC, concretamente en el
hipotálamo. Se originan por un descenso brusco en el umbral del centro
termorregulador. En favor de esta interpretación, los sofocos desaparecen o se
amortiguan si el medio ambiente es frío. Por razones desconocidas, no hay
sofocos cuando no ha existido un contacto previo con estrógenos.
Los sofocos pueden aparecer antes que la
propia menopausia
El déficit
estrogénico está en la raíz del sofoco, y el umbral de cada mujer a esta asociación
es variable. De hecho, es frecuente que los sofocos se inicien durante la
perimenopausia. De acuerdo a estudios sobre la transición perimenopaúsica más
de la mitad de las mujeres presentan sofocos en los 2 años alrededor de la
última regla. No son permanentes, tienden a amortiguar.
Otros síntomas
Insomnio, quizás
consecuencia de los sofocos nocturnos e hipogonadismo no siempre evidente.
Sexualidad y menopausia
Hay una
incidencia alta de problemas sexuales en las mujeres que se acercan a las clínicas
de menopausia. Se trata de un área de repercusión sobre la calidad de vida ya
que la relación sexual es un acto complejo donde hay un sustrato físico
necesario, pero también un componente psicológico y sociocultural.
Papel de la menopausia
El descenso en
la actividad sexual que la mujer tiene en fechas que se solapan con las del
climaterio son responsabilidad de la menopausia. En un estudio ya clásico, se
encontró que la tasa coital caía a la mitad en el primer año de matrimonio y
que requería otros 20 años para dividirse nuevamente por dos. A la hora de
evaluar el efecto de la menopausia, la sequedad vaginal, con la consiguiente
pérdida de lubricación y más que probable dispareunia, junto a la caída de
flujo vascular en el
área genital,
son fenómenos que dificultan la relación coital propiamente dicha y que incluso
pueden actuar como factores de rechazo para la misma.
Factores biológicos con repercusión
sobre la sexualidad en el climaterio
El fallo ovárico
condiciona una disminución considerable en la oferta estrogénica, que se
traduce en una lenta atrofia genital factor determinante en la dispareunia. La
menopausia ha sido asociada tradicionalmente con un descenso en la actividad
androgénica de los ovarios, a causa de la pérdida de la actividad esteroidogénica
de las células tecales. Sin embargo, hay un efecto parcialmente compensador,
como se ha detallado anteriormente, por parte de las células estromales y del
hilio, que sufren un estímulo incrementado por los altos niveles de LH
circulantes, con hipertrofia e hiperplasia bien documentadas en casos aislados.
En conclusión,
con el paso del tiempo tras la menopausia, la tendencia general es a que los
ovarios se vuelvan fibróticos, con escasa
capacidad esteroidogenica, de suerte que la fuente androgénica queda
reducida casi en su totalidad a las suprarrenales. La caída funcional de la
suprarrenal se inicia relativamente pronto, lo que condiciona que ya antes de
la menopausia haya un descenso importante en la masa androgénica circulante, y
que por tanto pueda establecerse como explicación potencial de la aparición de
síntomas ya antes de la misma. Hay un acuerdo casi unánime en el papel de los
andrógenos como inductores de la libido. La reposición estrogénica consigue mejorar
los síntomas vasomotores, la sequedad vaginal y el sentimiento de bienestar
general, pero no actúa sobre la libido.
Esfera psicológica
La depresión es
otra enfermedad con cara de mujer, pues es más prevalente en el sexo femenino.
Al margen de ello, la menopausia define un periodo de vulnerabilidad, que
colocan a las mujeres en mayor riesgo de depresión, particularmente si son
susceptibles a los cambios disfóricos asociados a las fluctuaciones hormonales.
Atrofia genitourinaria
El tracto
urogenital es sensible a estrógenos, la caída estrogénica se asocia con atrofia
urogenital. Sequedad, prurito, sensación urente, dispareunia y leucorrea, así
como un incremento de síntomas urinarios, incluyendo disuria, polaquiuria,
nicturia y sensación de urgencia e incontinencia, son consecuencia de este
problema. El tratamiento estrogénico local o general mejora o elimina el
problema de la vaginitis atrófica.
Calidad de vida como concepto integrador de la sintomatología climatérica
Pocas
situaciones se acercan tanto a la pertinencia del concepto de calidad de vida
como la menopausia. El cese de la función ovárica origina, por sí mismo, una
variada fuente de manifestaciones clínicas (sofocos, insomnio, cambios de
carácter, etc) con honda de repercusiones en la vida familiar y social. Por
tanto, es evidente que a la hora de evaluar la significación que el fenómeno
del climaterio tiene para la mujer, debe considerarse desde el punto de vista
de la valoración global que la mujer hace de su nivel de bienestar, y que según
las características del mismo la repercusión va a ser de uno u otro signo.
Osteoporosis
En el concepto
de patología del climaterio hay que introducir necesariamente a la
osteoporosis, por dos razones principales. Primero, porque la osteoporosis es
una de las patologías con perfil típicamente femenino, y ello es así porque la
supresión de la función gonadal condiciona una aceleración en el proceso de
pérdida ósea. Dada esa asociación evidente con la menopausia, la alta prevalencia
de la osteoporosis en una sociedad donde progresivamente se va alargando la
vida media le confiere personalidad propia. La dependencia estrogénica de todo
este proceso debe ser entendida a la luz del descubrimiento de tres nuevos
miembros de la familia del factor de necrosis tumoral (TNF). Estos elementos actúan como
reguladores finales de la diferenciación de OC.
Bibliografía:
Guzmán López S.
“Patología del Climaterio” Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Tratado de Ginecología y Obstetricia 2da
edición. España. Panamericana, 2013, Capitulo 66 p.538-543
Guía de
práctica clínica diagnóstica y tratamiento de la Perimenopausia y Posmenopausia
del Instituto Mexicano del Seguro Social, México, 2013.
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