ATENCIÓN
DEL PARTO NORMAL
El parto es un conjunto de fenómenos activos
y pasivos que permiten la expulsión por vía vaginal del feto de 22 semanas o
más, incluyendo placenta y anexos.
Tiene 3 periodos:
Primer
periodo del trabajo de parto (Dilatación): Comienza con el
inicio de las contracciones uterinas y la presencia de cambios cervicales, se
divide en dos fases; latente y activa.
Fase latente: Es el periodo en el que
se presentan contracciones irregulares y cambios en el cérvix que incluyen
borramiento y dilatación hasta de 4 cm. Y que, en promedio dura 18 horas en
pacientes nulíparas y en pacientes multíparas 12 horas.
Fase activa: Contracciones regulares y
dilatación progresiva a partir de 4 cm. En pacientes nulíparas, se observa un
promedio de duración de 8 a 18 horas y en multíparas de 5 a 12 horas.
Segundo
periodo del trabajo de parto (expulsión): Comienza con
dilatación completa y concluye con la expulsión del feto, tiene una duración
promedio de 60 minutos, máximo 2 horas con analgesia y 60 minutos en multíparas
sin analgesia obstétrica y de 2 horas si tiene analgesia.
Tercer
periodo del trabajo de parto (alumbramiento): Periodo
comprendido desde el pinzamiento y corte del cordón umbilical del recién nacido
hasta la expulsión de la placenta y membranas; tiene una duración promedio de
30 minutos.
Atención
de la paciente embarazada en fase latente
La admisión en maternidad de forma temprana o
durante la fase latente se asocia a un mayor número de intervenciones durante
el parto. Es por eso que se recomienda que las pacientes que no estén en fase
activa de trabajo de parto no sean hospitalizadas, al menos que haya una
indicación médica. Cuando no haya motivos para que la paciente se hospitalice
se debe de explicar de manera clara y sencilla a la paciente y acompañante
cuando regresarán al servicio, se les debe informar y hacer saber cuáles son
los signos de alarma obstétrica, tales como el: sangrado transvaginal, dolor,
contracciones uterinas, cefalea, acufenos, fosfenos, edema de cara y manos,
salida de líquido transvaginal, disminución de los movimientos fetales, entre
otros.
Momento
de hospitalización a la paciente embarazada para atención de trabajo de parto
en fase activa.
Los criterios de admisión en maternidades son
contracciones de 2 a 4 en 10 minutos,
acompañadas de dolor abdominal en hipogastrio y cambios cervicales como el
borramiento cervical mayor de 50 a 80% y dilatación de 3 a 4 cm. Al ingresar se
debe realizar historia clínica y documentar en el expediente el diagnostico, el
plan de manejo, el consentimiento de hospitalización, el partograma, la
actividad uterina, el foco fetal y la evaluación de la dilatación cervical.
Atención
a la paciente en fase activa del trabajo de parto
Una comunicación de calidad entre las
pacientes y los profesionales responsables de su cuidado influye de manera
positiva en la embarazada y en sus familias. Hay que disipar miedos y dudas en
el paciente, utilizando un lenguaje adecuado y sencillo, mostrando interés,
calidez, comprensión y estableciendo una adecuada relación médico-paciente. La
restricción de líquidos y alimentos durante el trabajo de parto es una
intervención habitual de muchos centros de atención obstétrica. Esto se hace
para evitar que la paciente que este bajo anestesia general bronco aspire el
contenido gástrico. En la actualidad la anestesia general es un evento raro, lo
que ha llevado a replantearse la necesidad de dicha restricción. Se recomienda
no administrar soluciones glucosadas durante el trabajo de parto, ya que puedes
poner en riesgo a la madre y al recién nacido causarle hiponatremia.
Indicaciones
para la conducción del trabajo de parto
Ésta debe tener una indicación precisa y no
aplicarse de manera rutinaria, una de sus indicaciones es en el parto estacionario,
el cual es una falta de progresión de las modificaciones cervicales durante 2
horas, si esto no ocurre acudiremos al uso de oxitócicos u amniotomía. Los
oxitócicos se contraindican en embarazos normales y fetos pre términos, en
macrosomía, placenta previa, sufrimiento fetal, desprendimiento de placenta,
etc.
Uso
de enema
Estudios han indicado que los enemas no
tienen efectos considerables sobre las tasas de infección en la herida perineal
u otras infecciones neonatales. Es por esto que no se recomienda el uso de
enemas de manera rutinaria, solo por indicaciones médicas.
Tricotomía
Se cree que el rasurado disminuye el riesgo
de infección y que es necesario para facilitar la sutura de la episiotomía,
esté ocasiona erosiones cutáneas que puedes generar colonización de
microorganismos. No existen pruebas suficientes que demuestren la efectividad,
pero si se recomienda evitar el rasurado perineal ya que no tiene beneficios y
causa molestia, como irritación, enrojecimiento, rasguños y ardor en vulva.
Vaciamiento
vesical
Se indica en pacientes con bloqueo epidural
ya que se disminuye la sensación de orinar, esto es conveniente porque la
vejiga vacía favorece el descenso de la presentación en el trabajo de parto.
Utilidad
del partograma
Es una de las herramientas más útiles en la
atención obstétrica, ya que la revisión continua de la contracción uterina
permite una intervención temprana en un progreso lento o cese en el trabajo de
parto. Éste se elaborará y se anexara al expediente, se registrará la frecuencia
de la contractibilidad uterina, duración, intensidad, cada 30 minutos.
Dilatación
del cérvix y ampliación manual del periné
No existen evidencias que sustentan la
maniobra de dilatación del cérvix, conocida como “darle cuerda”, que puede ser
riesgosa y es practicada en múltiples servicios de salud en México. Estas
maniobras pueden ocasionar edema vulvar.
Utilidad
de la monitorización fetal
El uso de monitorización fetal en pacientes
que ingresan a admisión ha reportado mayor incidencias de cesáreas por
sufrimiento fetal y mayor uso de oxitocina, en lugar de la monitorización fetal podemos utilizar la auscultación
intermitente con un estetoscopio Pinard,
cuando se necesite hacer monitoreo es conveniente hacerlo n posición de
decúbito lateral izquierdo, para evitar una compresión de vasos.
Periodicidad de la
evaluación del estado fetal y materno en trabajo de parto
·
En la vigilancia del
trabajo de parto la verificación y registro de la contractilidad uterina y el
latido cardiaco fetal, deben llevarse a cabo entre 30 a 60 minutos máximo.
·
El método de elección
para vigilar el bienestar fetal durante un trabajo de parto normal es la
auscultación intermitente; sólo cuando existe un mayor riesgo el monitoreo
electrónico continuo es de elección para el seguimiento de las condiciones
fetales.
·
Se registrarán en el
partograma, la frecuencia cardiaca fetal y la evolución del trabajo de parto
por lo menos cada media hora, en el partograma hasta el periodo expulsivo.
·
El riesgo de
infección se incrementa en el número a los tactos vaginales, sobre todo si
existe ruptura prematura de membranas que es el factor más importante para
infección materna y neonatal.
·
En una revisión
sistemática Cochrane con relación a la comparación de exámenes vaginales cada 2
o 4 horas, no se encontraron diferencias en el uso de analgesia epidural,
cesárea, parto espontáneo, parto instrumentado, ni sobre infecciones neonatales
o maternas.
·
En la fase activa del
trabajo de parto, se realizará tacto vaginal cada 2 horas bajo estrictas
condiciones de antisepsia (lavado de manos), con guantes estériles para
identificar el progreso del mismo.
Utilidad de la
movilidad en el trabajo de parto
·
Deambular en la
primera etapa (fase activa) bajo vigilancia hospitalaria del parto reduce la
duración del trabajo de parto y no parece estar asociado con efectos adversos
en la madre y en el recién nacido.
·
Entre las mujeres
(con y sin analgesia epidural) que adoptan diferentes posiciones durante la
primera etapa del parto, no se encuentran diferencias significativas en cuanto
al uso de oxitocina y de analgésicos, tipo de parto y resultados maternos o
neonatales. La evidencia sobre el efecto de la adopción de diferentes
posiciones en la duración de la primera etapa de parto y en el confort materno
no es consistente ni concluyente.
·
En una revisión
sistemática realizada por la Cochrane, los autores concluyeron que el periodo
dilatante del trabajo de parto puede ser aproximadamente una hora más corto
para las mujeres que mantienen la posición vertical y caminan, y que tienen más
probabilidades de recibir menos analgesia eperidural, debido a que la revisión
no encontró ningún efecto adverso asociado con la permanencia en la posición
vertical.
·
Durante el periodo
dilatante del trabajo de parto se debe alentar y ayudar a las mujeres, incluso
a las que utilizan analgesia epidural, a adoptar cualquier posición que
encuentren cómoda a lo largo del periodo de dilatación y a movilizarse, si así
lo desean, previa comprobación del bloqueo motor y propioceptivo, siempre y
cuando no exista contraindicación médica. Esto disminuye el tiempo del trabajo
de parto y la medicalización excesiva.
Procedimientos para
el control del dolor en trabajo de parto
·
El dolor de parto
supone una preocupación para muchas mujeres y la mayoría requiere algún tipo de
alivio para el dolor.
·
Se cuenta con
diversas estrategias no medicalizadas que ofrecen mejora y control del dolor
obstétrico.
La
OMS señala:
ê Evitar el uso de
medicación durante el trabajo de parto.
ê Para el manejo del dolor se deben usar preferiblemente
métodos no farmacológicos, como la deambulación, cambiar de posición, masajes,
relajación, respiración, acupuntura y otros.
ê Evitar la analgesia epidural como un método de rutina
para calmar el dolor. Preferir la anestesia espinal/epidural a la anestesia
general en la cesárea.
·
La analgesia epidural
es efectiva para controlar el dolor durante el parto, en comparación con el
placebo y otros métodos, sin embargo, estas intervenciones no están exentas de
efectos adversos, incluyendo un mayor riesgo de parto vaginal instrumental y
cesárea cuando hay estado fetal inestable.
·
La analgesia
obstétrica es un método eficaz para el alivio del dolor, la cual también tiene
efectos secundarios como: hipotensión, retención urinaria, fiebre y puede
alargar la etapa de parto, pudiendo incrementar el número de partos
instrumentados o asistidos (fórceps). Por lo que su uso debe ser acompañado del
consentimiento informado.
·
La analgesia
obstétrica no se realizará de modo rutinario, debiéndose recomendar previa
evaluación de cada paciente.
·
No debe llevarse a
cabo el empleo rutinario de analgésicos, sedantes o anestesia durante el
trabajo de parto normal; en casos excepcionales, se aplicará según el criterio
médico, previa información y autorización de la paciente.
·
La anestesia regional
(bloqueo peridural) retrasa el nacimiento del producto o prolonga la duración
del trabajo de parto, aproximadamente una hora.
·
El Colegio Americano
de Ginecólogos y Obstetras, consideran que para la aplicación del bloqueo
peridural no es necesario contar con 5 cm, por lo que se debe individualizar
cada paso para la aplicación de la analgesia obstétrica en la fase activa (4 cm
o más) del trabajo de parto, de acuerdo con el estado clínico de la paciente y
tomando en cuenta el umbral del dolor individual siempre y cuando se cuente con
el personal calificado para su administración y vigilancia.
·
El masaje corporal en
pacientes en trabajo de parto contribuye a reducir el dolor obstétrico.
Amniotomía en trabajo
de parto
·
Consiste en romper de
manera artificial, y totalmente intencionada, la bolsa del líquido amniótico
que envuelve al feto con el fin de acelerar las contracciones antes de tiempo y
acelerar el proceso del trabajo de parto.
·
Amniotomía combinada
con oxitocina reduce el trabajo de parto 70 minutos. Amniotomía sola no mostró
beneficios.
·
No realizar
amniotomía sola precoz de rutina. Se reservará para mujeres con un progreso
anormal del trabajo de parto o sospecha de afección de bienestar fetal.
·
Un meta análisis con
uso de oxitocina más amniotomía, reportó mayor sangrado y menor satisfacción en
comparación con el uso de prostaglandinas simples. Si se llega a usar, vigilar
la presencia de sangrado.
·
Si el progreso del
trabajo de parto no evoluciona con normalidad (modificaciones cervicales en 2
horas) está indicado el manejo activo del mismo con amniotomía y oxitocina.
Posición en el
periodo expulsivo
·
Se considera inicio
del segundo periodo del trabajo de parto cuando la paciente se encuentre con 10
cm de dilatación, o dilatación completa.
·
Pasar a la paciente a
la sala de expulsión cuando se encuentre en el segundo periodo.
·
Colaboración Cochrane
realizó un meta análisis respecto a las posiciones en el trabajo de parto,
concluyendo que cuando las mujeres tuvieron el parto en posición de litotomía,
este fue más doloroso para la madre y causó más problemas con respecto a la
frecuencia cardiaca fetal, hubo más mujeres que necesitaron ayuda por parte de
los médicos mediante el uso de los fórceps y un mayor número de mujeres a las
que se les realizó incisiones en el canal del parto. El estudio sugiere
numerosos beneficios potenciales para la posición vertical. No se han
demostrado efectos nocivos del parto en posición vertical para la mujer o el
feto, por lo que concluyen que se debe estimular a las mujeres para que tengan
su parto en las posiciones más cómodas para ellas, que habitualmente son las
verticales.
·
Las posiciones
verticales o laterales, comparadas con supina o litotomía, se asocian a una
menor duración de la segunda etapa del parto, menos nacimientos asistidos,
tasas menores de episiotomías, menor dolor agudo durante la segunda etapa y
menos patrones anormales de la frecuencia cardiaca fetal (FCF), sin embargo,
también se asocian a un mayor número de desgarres de segundo grado y un mayor
número de hemorragias posparto de más de 500 ml.
·
Personas que adoptan
posturas de manos y rodillas (cuadrupedia) presentan menor dolor lumbar
persistente y encuentran dicha posición como la más cómoda para dar a luz, con
menor dolor perineal posparto y con una percepción de un parto más corto
(aunque no hubiera diferencias reales en la duración).
En
mujeres con analgesia epidural, se observa una reducción de la duración del
parto en las posiciones verticales (de pie, caminando, de rodillas, en
cuclillas o sentada a más de 60 grados de la horizontal) frente a la posición
supina durante la segunda etapa del parto.
La
posición sentada es un factor protector del trauma perineal y también
proporciona más comodidad y autonomía de la madre en el nacimiento.
·
Se recomienda que
durante el periodo expulsivo del trabajo de parto, las mujeres adopten la
posición que les sea más cómoda siempre y cuando no exista contraindicación
médica fundamentada por escrito.
Estrategias para la
protección del periné en el periodo expulsivo
·
La mayoría de los
partos vaginales están asociados con alguna forma de trauma en el tracto
genital.
·
Se recomienda el uso
de compresas calientes y masaje perineal durante el segundo periodo de trabajo
de parto, ya que disminuyen el riesgo de desgarres de tercer y cuarto grado,
así como la frecuencia del uso de la episiotomía.
Uso de la episiotomía
·
No debe practicarse
episiotomía de rutina en todos los partos espontáneos.
·
La episiotomía deberá
realizarse si hay necesidad clínica, como un parto instrumental o ante un
periné corto y/o rígido que afecte el estado fetal.
·
Antes de realizarse
una episiotomía, debe aplicarse una analgesia adecuada.
·
La técnica recomendada
es la episiotomía medio lateral, comenzando en la comisura posterior de los
labios menores, y dirigida habitualmente hacia el lado derecho; el ángulo
respecto del eje vertical deberá estar entre 45 y 60 grados.
Maniobra de
Kristeller
·
Entre las maniobras
usadas en la segunda etapa del parto, la presión del fondo uterino o maniobra
de Kristeller (MK) es una de las más controvertidas. Diferentes estudios se han
realizado con respecto a su utilidad y seguridad y, hasta el momento, no se ha
identificado ninguna justificación para su uso. En cambio, se ha relacionado
dicha maniobra con un aumento en el riesgo de ruptura uterina y daños al recién
nacido.
·
Ineficaz en la
reducción de la duración de la segunda etapa del trabajo de parto.
·
Por la falta de beneficios
reportados en las evidencias médicas y por el incremento en el riesgo de
desgarres perineales y anales, no se recomienda utilizar esta maniobra.
Momento para
pinzamiento del cordón umbilical
·
El pinzamiento tardío
del cordón umbilical en neonatos a término, al menos 2 minutos después del
parto, no incrementa el riesgo de hemorragia posparto y sí mejor los niveles de
hierro en neonatos.
·
Un retraso en el
pinzamiento del cordón umbilical en las primeras horas aumenta la concentración
de hemoglobina y los depósitos de hierro en el recién nacido.
·
La colocación del
recién nacido por debajo o a nivel de la vulva 3 minutos antes del pinzamiento
del cordón, o hasta que deje de latir, permite el paso de 80 ml de sangre desde
la placenta hasta el recién nacido.
·
Está recomendado el
pinzamiento tardío del cordón umbilical en el manejo activo del tercer periodo
de TP (1 a 3 minutos después del nacimiento) o al cese del latido del cordón
umbilical.
·
El pinzamiento tardío
(1 a 3 minutos) está contraindicado en casos de asfixia fetal al nacimiento
Actividades del personal de salud en la
atención del tercer período de parto.
En el período de atención del tercer período de parto, resulta muy útil el manejo activo de la paciente, debido a que reduce el riesgo de hemorragias posparto, la necesidad de utilizar oxitócicos y el tiempo de duración de esta etapa.
El manejo de esta etapa consiste en la administración de uterotónicos, tales como la oxitocina, la cual se utilizará a razón de 10 UI inmediatamente después del alumbramiento IM o IV (IV en 250 a 500 cc/solución fisiológica/30 min), en caso de no poseer oxitocina al alcance, se pueden utilizar ergovínicos o prostaglandinas. La oxitocina tendrá como beneficios la disminución del sangrado postparto (>500 ml) y la necesidad terapéutica de usar otros uterotónicos.
Los ergovínicos también son útiles, siempre y cuando no estén contraindicados, sus contraindicaciones son: pacientes con TA elevada, eclampsia, preclamsia y enfermedad cardíaca, debido a que como efectos secundarios poseen la cualidad de elevar la presión diastólica, pueden causar accidentes cerebro vasculares e infartos. Sus dosis es de 0.2 mg IM. En conjunto con la oxitocina, posee mejores resultados, sin embargo no se indica esta combinación debido a los efectos secundarios ya mencionados.
Las prostaglandinas son medicamentos útiles para detener la hemorragia postparto, además disminuyen la duración del alumbramiento, sin embargo, comparados con los otros medicamentos utilizados, las prostaglandinas poseen más efectos secundarios de carácter gastrointestinal (vómitos, diarreas y dolor abdominal). El misoprostol se utilizará a dosis de 400, 600 u 800 mcg.
Las otras medidas de atención son:
-Aplicar tracción controlada o suave al cordón umbilical.
-Aplicar masaje uterino después de que la placenta sea expulsada para evitar sangrado uterino.
Si el sangrado uterino no cede a la aplicación de uterotónicos se debe considerar el tratamiento quirúrgico, ya sea radical o conservador, dependerá del médico y el paciente.
En la atención del alumbramiento normal se debe de propiciar el desprendimiento espontáneo de la placenta y evitar la tracción del cordón umbilical antes de su desprendimiento completo, se procede a revisar la integridad de la placenta y sus membranas, el conducto vaginal, verificar el pulso y la TA, que el útero se encuentre contraído y el sangrado transvaginal sea poco abundante.
Revisión de cavidad uterina posterior al alumbramiento y atención del puerperio inmediato.
La revisión manual de la cavidad uterina es una práctica común que se lleva a cabo de manera rutinaria, con la intención de identificar la presencia de restos placentarios o anexos. Sin embargo, es una práctica que suele ser muy dolorosa para las pacientes y puede tener consecuencias en la salud. Por lo tanto, está reconocido que la revisión de la cavidad uterina puede realizarse cuando:
1. Existe sospecha de retención de fragmentos placentarios o membranas.
En el período de atención del tercer período de parto, resulta muy útil el manejo activo de la paciente, debido a que reduce el riesgo de hemorragias posparto, la necesidad de utilizar oxitócicos y el tiempo de duración de esta etapa.
El manejo de esta etapa consiste en la administración de uterotónicos, tales como la oxitocina, la cual se utilizará a razón de 10 UI inmediatamente después del alumbramiento IM o IV (IV en 250 a 500 cc/solución fisiológica/30 min), en caso de no poseer oxitocina al alcance, se pueden utilizar ergovínicos o prostaglandinas. La oxitocina tendrá como beneficios la disminución del sangrado postparto (>500 ml) y la necesidad terapéutica de usar otros uterotónicos.
Los ergovínicos también son útiles, siempre y cuando no estén contraindicados, sus contraindicaciones son: pacientes con TA elevada, eclampsia, preclamsia y enfermedad cardíaca, debido a que como efectos secundarios poseen la cualidad de elevar la presión diastólica, pueden causar accidentes cerebro vasculares e infartos. Sus dosis es de 0.2 mg IM. En conjunto con la oxitocina, posee mejores resultados, sin embargo no se indica esta combinación debido a los efectos secundarios ya mencionados.
Las prostaglandinas son medicamentos útiles para detener la hemorragia postparto, además disminuyen la duración del alumbramiento, sin embargo, comparados con los otros medicamentos utilizados, las prostaglandinas poseen más efectos secundarios de carácter gastrointestinal (vómitos, diarreas y dolor abdominal). El misoprostol se utilizará a dosis de 400, 600 u 800 mcg.
Las otras medidas de atención son:
-Aplicar tracción controlada o suave al cordón umbilical.
-Aplicar masaje uterino después de que la placenta sea expulsada para evitar sangrado uterino.
Si el sangrado uterino no cede a la aplicación de uterotónicos se debe considerar el tratamiento quirúrgico, ya sea radical o conservador, dependerá del médico y el paciente.
En la atención del alumbramiento normal se debe de propiciar el desprendimiento espontáneo de la placenta y evitar la tracción del cordón umbilical antes de su desprendimiento completo, se procede a revisar la integridad de la placenta y sus membranas, el conducto vaginal, verificar el pulso y la TA, que el útero se encuentre contraído y el sangrado transvaginal sea poco abundante.
Revisión de cavidad uterina posterior al alumbramiento y atención del puerperio inmediato.
La revisión manual de la cavidad uterina es una práctica común que se lleva a cabo de manera rutinaria, con la intención de identificar la presencia de restos placentarios o anexos. Sin embargo, es una práctica que suele ser muy dolorosa para las pacientes y puede tener consecuencias en la salud. Por lo tanto, está reconocido que la revisión de la cavidad uterina puede realizarse cuando:
1. Existe sospecha de retención de fragmentos placentarios o membranas.
3. Sospecha de lesiones corporales uterinas y
cesáreas anterior.
4. Presencia de hemorragia uterina postparto.
5. Parto pre término
6. Ruptura de membranas de seis horas o
mayor.
7. Parto fortuito.
8. Óbito.
La revisión de la paciente debe de ser bajo
una situación de conocimiento informado, bajo estricta técnica de antisepsia y
analgesia y por personal calificado.
Beneficios del apego inmediato y lactancia materna inmediata.
Beneficios del apego inmediato y lactancia materna inmediata.
El recién nacido
sano debe de permanecer con su madre siempre que sea posible. Los neonatos
deben de comenzar a amamantarse en un período no mayor a 30 min después de
haber venido al mundo ya que se ha demostrado que los niños amamantados
exclusivamente del seno materno presentan un mejor estado de salud ante
problemas como el sobrepeso, obesidad, enfermedades infecciosas, además ayuda
al desarrollo cognoscitivo y sensorial del producto, motivo por el cual se
recomiendo que este modelo de alimentación sea sostenido por lo menos en un
período de 6 meses.
El neonato debe de permanecer con la madre porque su contacto creará un vínculo afectivo entre ellos, hará sentir a la madre orgullosa e instintivamente desarrollará métodos de protección del producto, mientras que el mismo, desarrollará seguridad y apego.
Bibliografía:
Guía de práctica clínica Actualización 2014 Vigilancia y manejo del trabajo de parto en el embarazo de bajo riesgo de la Secretaría de Salud.
El neonato debe de permanecer con la madre porque su contacto creará un vínculo afectivo entre ellos, hará sentir a la madre orgullosa e instintivamente desarrollará métodos de protección del producto, mientras que el mismo, desarrollará seguridad y apego.
Bibliografía:
Guía de práctica clínica Actualización 2014 Vigilancia y manejo del trabajo de parto en el embarazo de bajo riesgo de la Secretaría de Salud.
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